Revista Jurídica Cajamarca |
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Las escuelas económicas y el DerechoLuis Gómez Vargas (*) |
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Una de las ramas importantes de la ciencia económica lo constituye la
historia del pensamiento económico: A lo largo es está historia, que
se inicia desde los griegos pasando por los escolásticos llegando hasta
hoy en día a los neokeynesianos y las nuevas teorías de desarrollo,
han existido muchas discusiones. ¿Pero cuáles han sido los puntos ejes
de esa discusión?. Cuando uno da una mirada holística al asunto,
resaltan dos aspectos trascendentales que mantienen una incuestionable
vigencia: 1) Uno es el problema de la riqueza, es decir, en donde se encuentra la
riqueza de un país. Los mercantilistas afirmaban que se encuentra en la
acumulación de metales preciosos. Efectivamente en el siglo XVI hasta
el XVIII los países como España (con el saqueo de oro y plata a sus
colonias), Francia con la industria e Inglaterra con el comercio
lograron acumular oro y plata.. Los fisiócratas afirmaban que la
riqueza está en la tierra. Los clásicos liberales defendían la idea
de que el trabajo crea más riqueza. Los marxistas decían que el valor
de las mercancías está en el trabajo Luego se pensó, en las últimas
décadas en el uso y acumulación
de capital físico permite
una producción a gran
escala (Economía de Gran Escala), Esto ha dado un giro muy grande tanto
que las tendencias actuales hablan del famoso capital humano, incluso
existen investigaciones sobre como este nuevo capital en el generador más
importante de riqueza; existe el caso del Premio Nóbel de Economía
1992 Gary Becker cuyo trabajo riguroso ha dado luces de la influencia de
este capital en la acumulación de riqueza y que la mayoría de
economistas en el ámbito
mundial están aceptando esta nueva tesis 2) El otro problema, y el que ha generado unos intensos debates, es sobre el
rol económico del gobierno o del estado ( las categorías no significan
lo mismo pero para este caso lo asumiremos así con fines didácticos).
El debate es importante porque los gobiernos en el mundo, en su mayoría,
adoptan políticas económicas en base una concepción sobre el rol del
gobierno y del mercado, que se desprende de las escuelas económicas;
incluso el funcionamiento de los sistemas económicos como el fenecido
socialismo real, el capitalismo, la economía mixta, el cooperativismo,
está íntimamente ligado con la mayor o menor intervención del estado
en la economía o la mayor o menor asignación de recursos del mercado
en las diferentes actividades económicas. En
este aspecto podemos organizar, lógicamente de manera un poco
arbitraria, al conjunto de doctrinas económicas en dos grandes grupos:
al primero le llamaremos la familia liberal en donde se encuentran los
fisiócratas, clásicos liberales con una de sus máximos exponentes
como Adam Smith y el laissez faire, los neoclásicos
como Marshall, Los austriacos con Heyeck, los monetaristas
con Miltronn Friedaman y la Escuela de Expectativas racionales
con Robert Lucas. Toda esta familia
defiende en mayor o menor intensidad al mercado como el mejor y
único asignador de recursos en la economía,
en algunos casos hasta en aspectos como la educación, salud,
medio ambiente, divinizando al mercado de manera absoluta, puesto que
los resultados están a la vista como el elevado nivel de vida en los países
capitalistas.. En el otro grupo no tan liberal,
críticos de los
liberales o algunos antiliberales tenemos a los Mercantilistas, Socialistas, Keynesianos,
neokeynesianos, neoproteccionistas, nueva teoría del desarrollo. Esta
última familia cuestiona al mercado puesto siempre ha demostrado tener
fallas, por ejemplo las grandes crisis económicas la del 29, la
mexicana, brasileña, asiática;
o la falta de asignación de recursos a largo plazo en capital humano,
infraestructura en general, tecnología en zonas muy pobres; la
contaminación ambiental, las prácticas monopólicos no naturales, etc.
El mercado también ha demostrado un tremendo fracaso en países donde
existen culturas no homogéneas o
pluriculturales como el
caso de los países andinos latinoamericanos, en donde es imposible
pensar en una asignación de recursos en educación y salud en pueblos
multiculturales por la vía de las fuerzas de la oferta y la demanda,
dado que en la lógica del
mercado los ofertantes van a donde hay demanda , ,
pero en zonas muy pobres la oferta es nula dado que no existe
demanda; en otras palabras el mercado no funciona eficientemente en países
pluriculturales, . contrariamente al caso de países occidentales
cuya culturas homogéneas no impide el funcionamiento normal del
mercado. Y si el mercado falla, entonces, debe intervenir el gobierno el
estado como regulador o asignador de recursos en la economía Entre
las dos grandes tendencias existe una posición clara: un balance estratégico
entre estado o mercado, es decir, que el rol del estado no debe
sustituir al mercado, pero el estado debe estar donde el mercado no
funciona pero de manera estratégica, eficiente, efectiva y eficaz y
justamente el debate actual ya
no es cuál debe ser el rol del estado solamente sino como debe ser ese
rol. Aquí
entra en juego el Derecho puesto que en una economía de mercado en
donde los reguladores automáticos son las fuerzas de la oferta y la
demanda, se establecen de manera práctica reglas de juegos claras entre
consumidores y ofertantes como es por ejemplo el concepto de lo que
significa propiedad ha surgido de esa interacción y la manera como se
materializa dicha propiedad en
documentos de valor llamados acciones, títulos , también es producto
de esa interacción, Luego los títulos de valor creados y acciones
son cotizados en bolsa de valores surgiendo un sistema financiero
muy sofisticado, fluido, dinamizador que ha hecho del capitalismo un
sistema eficiente; y estas reglas, conceptos, valores, tipos de acciones
son plasmadas en normas y leyes que el Derecho ha recogido, es
decir, que el Derecho es una respuesta a dichas interacciones, acuerdos,
relaciones entre consumidores y ofertantantes y no contrariamente
crea un marco jurídico que
impide el normal funcionamiento del mercado. En cambio en países del
tercer mundo el Derecho no se ajusta o no responde a las interacciones
de los agentes económicos. Por ejemplo el marco jurídico de algunos países
no funciona en sus economías informales (lo informal es desde el punto
de vista legal) como es el
caso peruano, en donde la informalidad ha creado nuevas interacciones,
interrelaciones, acuerdos, tratos, conceptos y el Derecho están de
espaldas a esta realidad. Por lo tanto tiene que buscar los mecanismos
de responder a las novedosas necesidades interactivas o de interrelación
entre ofertantes y demandantes. Pero
respecto al rol des estado, surge la pregunta de ¿Cómo funciona el
derecho en las políticas económicas que adoptan los gobierno?. Sucede
que la parte legislativa debe corresponder a las necesidades de
consumidores y productores.. Es aquí donde el Derecho no funciona sobre
todo en países subdesarrollados. Significa que el objetivo de un
estado, es el bien común, por lo tanto sus políticas deben estar
orientadas al logro de dicho fin, pero con ayuda de normas claras
precisas, que faciliten el
buen funcionamiento de la economía pero sin perder de vista el fin máximo
de la economía: la
felicidad de la gente. A veces sucede que el Derecho, o mejor dicho, el
marco legal de esos países protege
a unos cuantos, quizás a los grandes inversionistas, a costa de la
contaminación ambiental, la destrucción de áreas ecológicas, la
muerte de especies, facilita los monopolios usureros, el abuso contra
los pobres y desposeídos con tarifas altas, escandalosas donde no
funciona la lógica racional de la oferta y la demanda, como si los
derechos humanos fueran exclusividad de algunos.
Esto no significa que los gobiernos deban tener un marco jurídico
entorpecedor de la iniciativa privada, el buen funcionamiento del
mercado, las inversiones privadas nacionales y extranjeras sino por el
contrario ayudar a la buena
marcha de las mecanismos eficientes del mercado sin descuidar los
derechos de los consumidores. Tenemos
otro caso donde el estado debe tener un marco legal apropiado respecto a
las inversiones privadas que muchas veces colocan con fin principal la
obtención de excesivas ganancias a costa de elevadas contaminaciones y
exterminios irreversibles de zonas ecológicas que son una garantía de
subsistencia en los siguientes décadas, constituyéndose en patrimonio
de la humanidad. Las inversiones son estrictamente necesarias, generan
crecimiento económico, y según la ley de Kun,
la tasa de crecimiento económico genera mayor tasa de empleo
(aunque en el contexto de la globalización se nota que el crecimiento
económico no garantiza
mayor empleo por la utilización creciente de alta tecnología) y el
empleo genera demanda y bienestar, pero si las inversiones generar
problemas externos que el mercado no puede resolver, entonces debe
intervenir el estado pero no con el propósito de
impedir dichas inversiones, sino de regular su acción
con un marco legal más justo que equilibre el interés de los
inversionistas y proteger los derechos económicos y no económicos de
la gentes, pues, sobre todo, el fin del derecho y la economía es la
vida humana plena dada su característica invalorable La economía y
derechos son medios y no fines, el fin último es el hombre.
(*) Licenciado en Educación. Estudios concluidos de Maestría en Ciencias en Planificación para el Desarrollo en la Línea de Gestión Ambiental. |
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