Revista Jurídica Cajamarca |
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¡Perú: tortura nunca más!Anel Huaripata Torres (*) |
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La tortura es un acto abominable cometido intencionalmente contra una persona para producirle dolor, sufrimiento físico o mental, con el fin de obtener información, una confesión, castigarla, intimidarla o coaccionarla, basada en cualquier tipo de discriminación cometida por personas que muchas veces ocupan un cargo público y que no tienen respeto a los Derechos humanos. Amnistía Internacional, desde hace 40 años viene denunciando la tortura y su objetivo es erradicarla. En el año 2000 inició una campaña mundial, con un minuciosos estudio en 195 países y territorios, lo cual reveló que la tortura está generalizada, incluso con casos de muerte en mas de 80 países. En todo el mundo los individuos que inflingen tortura lo hacen con total impunidad; este transmite el mensaje de que la tortura, aunque ilegal es tolerada. Ante este sombrío panorama la tarea que nos aguarda es de una urgente medida. En el Perú los que han sufrido tortura han sido mayormente pobladores indígenas, campesinos pobres de las ciudades y el campo. Muchos recordarán los casos de jóvenes hallados muertos después de haber sufrido tortura y que estaban cumpliendo servicio militar, también las denuncias de familiares de víctimas de tortura fallecidos durante una detención policial o de haber estado en una comisaría. Durante el período de mayor violencia política la tortura fue utilizada, muchas veces para obtener información de los detenidos. Los maltratos graves contra mujeres, niños, niñas y adolescentes en espacios privados y públicos, es una forma de tortura. ¿QUÉ DEBEN HACER
NUESTRAS AUTORIDADES? Nuestras
autoridades tienen la obligación de prevenir mediante programas de
sensibilización y educación dirigidos a: policías, militares,
fiscales, jueces, abogados, médicos y personal de seguridad de las cárceles
y sancionar la tortura. Asimismo difundir entre la ciudadanía sus
derechos, salvaguardando la integridad y dignidad de las personas que
están bajo su tutela. En 1988 el Código Penal Peruano fue enmendado y, por primera vez, se sanciona por tortura a: “El funcionario o servidor público que inflinja a otros dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales, o lo someta a condiciones o métodos que anulen su personalidad o disminuyan su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o aflicción psíquica...”. el Estado peruano, también ha ratificado instrumentos internacionales de Derechos Humanos, tales como: La Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de las Naciones Unidas (1984) y la Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura, de la OEA (1985). Estos instrumentos forman parte de la legislación vigente en el Perú. ¡PERÚ: DISTRITOS
LIBRES DE TORTURA! La
Sección Peruana de Amnistía Internacional, viene trabajando junto con
la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, para construir los
Distritos Libres de Tortura (DLT). Estos espacios liderados por la
autoridad local, con la participación de las organizaciones sociales,
ONGs., padres de familia, docentes, miembros de la Policía Nacional,
FFAA, fiscales, jueces y la Defensoría del Pueblo, constituirán Comités
de Vigilancia para no permitir que se cometan torturas. En el año 2001, Lima ha sido declarada por su alcalde “Ciudad Libre de Tortura” y dos distritos del interior del país: Ilo (Moquegua) y Yanacancha (Pasco), se han declarado como DLT. Esperamos que en un futuro Cajamarca sea declarada un Distrito Libre de Tortura. ¡Juntos haremos realidad el lema!
(*) Alumna del 5to. Año de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cajamarca. Colaboradora de Amnistía Internacional. Teléfono 680878 E-mail: ahuaripata@latinmail.com
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