Revista Jurídica Cajamarca

 
 

 

El racismo como tabú en el Perú de hoy

Wilfredo Rebaza Villacorta (*)


 

            A propósito de la III Conferencia Mundial contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia que se ha celebrado en la ciudad de Durban, Sudáfrica, me motivó a escribir las presentes líneas, es que si hay un problema sobre del que es difícil hablar en el Perú de hoy, este es el Racismo, por cuanto es visto como una manifestación de mal gusto, inclusive su existencia misma es discutida aunque puede aducirse múltiples evidencias que demuestren su vigencia cotidiana pues hablar de Racismo moviliza sentimientos negativos que van desde la incomodidad y las actitudes evasivas hasta la agresión abierta, ciertamente un Racismo tan brutalmente abierto no existe en el Perú,; pero es, una triste ilusión creer que porque no se habla más del tema el problema se ha solucionado.

            Al respecto la UNESCO define al Racismo como “toda teoría que crea un estado de superioridad intrínseca de grupos raciales o étnicos que da a unos el derecho a dominar o eliminar a los otros presumiblemente inferiores, sobre la base de juicios de valor respecto a una diferencia racial”.  José Carlos Mariátegui ve el Racismo como “una elaboración ideológica destinada a justificar una dominación, un prejuicio; pero, derivado de un interés concreto de un sector social”.

            Es asombroso que en charlas y conversatorios sobre racismo muchas veces se termine acusando de racistas al que lo trate o estudie, se prefiere acusar individualmente a modo de “chivo expiatorio”, antes que profundizar en el Racismo como problema social y es que el tema en si mismo remueve aspectos que se prefieren mantener ocultos.  El Racismo como problema social es un tabú de la sociedad peruana, se habla poco y con miedo a herir y ser herido, es más fácil hablar acerca de la raza en el chiste que abiertamente. El uso de diminutivos en las denominaciones raciales (cholito, negrito, chinito, etc.), suaviza las designaciones raciales, pues los diminutivos son comúnmente usados en temas tabú y es una de sus características, en el Perú el Racismo se entre mezcla con otros factores, como el étnico, el de la clase social, el educativo, etc., a mi entender la mayoría de peruanos aceptan que todos tenemos de todo; pero, al mismo tiempo saben que cada uno tiene algo más de un lado que de otro; en otras palabras, que las mezclas son de diversos grados, se reconoce el fuerte mestizaje; pero, también se mantiene una identificación a grandes rasgos comprobables con la realidad entre los tipos raciales y grados de poder y estatus, de ahí que no a todos los peruanos les despierte el mismo entusiasmo de denominarse “cholos”, máxime si como lo dice Garcilazo de la Vega esta palabra está asociada a perro indígena insignificante y común, inferior a los galgos cazadores y canes pastores traídos por los españoles, este hecho pone en tela de juicio “el proceso de cholificación” ¿podemos seguir usándolo? Cuando los actores sociales no lo aceptan. Si como decía el Racismo en nuestro país se encuentra entremezclado con otros factores étnicos, clase social, el educativo. La raza puede ser un estigma, el blanco puede sentirse mal por serlo, porque su apariencia está ligada a imágenes de clase alta, de abusivo, etc., que puede generar sentimientos de culpa. Una forma de desplazar el conflicto; pero que por lo mismo reflejaría su existencia es el denominarse “mestizo” ubicarse en el medio es el que toma la mayoría de peruanos, el hecho que en el Perú se hayan dado y se den matrimonios y relaciones sexuales entre personas consideradas de diferentes razas, niega o por lo menos cuestiona que exista racismo en nuestro país. Los mayores, especialmente los de clase media o alta, parecen tener menos reparos de expresar su prejuicios sino es abiertamente a través de refranes como el que reza, “líbreme Dios de cholo con mando, de negro con plata y de blanco calato”. Los jóvenes como receptores de una educación racista en el hogar o a través de los medios de comunicación, expresan sus prejuicios de otras maneras, aunque no se desee parecer racista, el racismo sale a luz en situaciones de conflicto, con insultos, bromas y chistes, este tipo de racismo es llamado “racismo aversivo” son innumerables los insultos con connotaciones raciales aparecen crudamente: el indio tonto, el negro ladrón, el blanco pituco, el cholo arribista; negar la existencia del racismo en el Perú puede deberse a que termine siendo más fácil cerrar los ojos ante los problemas de manera que uno niega muchas veces ante si mismo, que discrimina o que es discriminado y esa es una característica importante de nuestro racismo; es vivido como un conflicto interno ante ello será siempre preferible una actitud de defensa, callar, cambiar el tema menos cargada y agresiva en el chiste por ejemplo o referirnos que es un problema que afronta los Estados Unidos entre blancos y negros o los Europeos con las cabezas rapadas y lo emigrantes, un indicador de nuestro racismo son los avisos de empleos, que aparecen en los periódicos el tan conocido requisito de la “buena presencia” para conseguir empleo, notaremos que para todo empleo diferente a los de obrero se necesita buena presencia, indudablemente esto es una categoría racista, otro indicador no menos importante son los llamados “concursos de belleza” se dice por ejemplo es una morena linda, pero con rasgos finos en el modo de caminar, hablar, por supuesto refiriéndonos a los de raza blanca. Finalmente para concluir, estimo que la razón de tocar el tema del racismo como problema social vigente, es sacarlo a luz ya que de ello se habla muy poco, ponerlo en el tapete del debate, comprenderlo y estudiarlo mejor.


 


(*) Abogado. Secretario de Juzgado.


 

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